lunes, noviembre 03, 2008

Viajarrrrrrrr (aún en corrección)


Muy poco inspirado... ; Decir que la vida es un viaje, es tan pobre que, por muy cierto que es, se vuelve un recurso casi prohibido. Es un viaje sin guia, ya que estamos. Hay que ver que el destino es en todos los casos el mismo, sipis. Y que depende de cuan despierto este uno, el que se pase como un tour o como un punto a punto. Que de la forma de viajar podes diagnosticar depresiones y trastornos de ansiedad, pocos se darían cuenta seguramente. Y que todo cambia si decidís viajar en tándem o preferís andar solíto por el mundo. El hecho es que no se puede hacer gramática de la vida. Nadie te debería corregir... Es que en realidad nadie te puede corregir: pueden intentarlo; puede ser esa la elección de alguno. El caso hipotético se me hace incontenible; sufro de incontinencia ejemplar. Supongamos un tipo que decide andar por ahí con un palo, amedrentando gente... ¿ha de ser esto "corregido"? Existe la elección equivocada, entonces. A ver: Uno sabe de que se trata la joda esta de la vida, teóricamente. Y parece que hay un gil que justifica lo que uno, que sabe qué esta bien y qué esta mal, considera que es incorrecto (por ejemplo andar apaleando transeúntes. ). ¿Qué ha de hacer el hombre de bien? ... Obviamente: Lo que este elija. Pero entonces, unos hacen lo que quieren... y los otros también. Sendos bandos creen estar en el camino correcto y que sendos otros están en el mal camino. Una vez mas: Nietzsche tiene razón... la voluntad de poder y la fuerza... la mayoría se impone aunque pueda no tener... ¿razón? Y volvemos indefectiblemente al camino.

Viajar como un ave migratoria, o como una hormiga perdida. Da lo mismo. El destino esta mas cerca o mas lejos y nunca lo sabes hasta que lo supiste. Es todo lo mismo. El error ha de ser la pregunta. El camino incorrecto es el de tanta pregunta, seguramente. Podes marchar hacia el borde de la vida, o podes inventarte una forma de pasar el tiempo. El hombre es una pasión inútil... sabe tanto pero sabe tan poco; piensa para poder ser; elige siempre el bien; es quizás solo el portador de la semilla, premiado con descargas hormonales al plantar la posibilidad de eternización de un gene; el hombre es poco y nada visto desde lo fisico del ser; es poco y nada como una idea; el hombre es la pregunta sin respuesta. Es el ser que pregunta por el ser: el para-si, el da-sein. Es un programa que busca una respuesta, y que ensaya un abanico de posibilidades cada vez mas alejado de lo único cierto que es la pregunta. El viaje entonces es un ensayo. Siempre es un intento de responder a la pregunta "qué es el hombre"; "qué es el ser". La respuesta o el intento, no es nunca acabado hasta que el intento llega al final de la posibilidad; la respuesta posible se hace acabada cuando el que vivía ya no puede decir mas nada. Y cuando muere uno debe leer en su vida un ensayo... el que vivió dijo: esto que fui es lo que yo creo que es el hombre, la vida, el ser... Este es el camino.

miércoles, septiembre 03, 2008

La revancha del desconocido

Yo nunca fui goloso; a decir verdad, siempre preferí un buen sanguche de salame antes que cualquier dulce. Pero heme aquí acaramelando unos cuantos bits para aquella persona a la que falle en enviar un disparo discutidor. ¿Cómo se acaramela; cómo se endulza in efigie, en la ausencia total de persona-biscochuelo, de base alguna sobre la cual verter almíbares, azucares y otros tantos enemigos de la glucemia? Únicamente que saliera ya mismo a buscar algún postre Balcarce virtual... pero a esta hora sabemos todos que ya no quedan delicias en las góndolas de las estaciones de servicio... menos que menos en vísperas de otro día lluvioso de miércoles... Por eso heme aquí improvisando bocadillos de e-mail denticidas para ser engullidos por una persona demasiado virtual para mi gusto gourmet de presencias visuales (y si algo táctiles, "más mejor"). Insisto por eso en mi culinaria queja de chef, maestro de tortas epistolares para gente que no teme a la aguja de la balanza... ¡Cocina golosinas para mi! me dice... y me amaga con una cámara despeinada, como quien pide un aplauso para el asador... amasador en todo caso. Yo le voy a endulzar el buzón de hotmail, vas a ver cómo. A una persona que no conozco 2 (la venganza) No puedo ponerle una palabra junto al oído. Esta ves, el desafío redobla la apuesta. Acercarse y soplar un cabello rebelde por la espalda no es una opción; ni imaginar su peinado de martes por la noche como para, por lo menos, alimentar la fantasía agnóstica esta. Será cuestión de tirar confites al boleo; de adivinar al menos algún lunar en algún hombro o alguna sonrisa entre líneas times new romance... No sé. Primero no sé por que me embarco en estas locuras a pedido... bah... si se... será que soy un nostálgico de correos anónimos y de cartas adolescentes que nunca llegaron. No se (bis). No puedo negarme a una invitación a practicar la más noble de las aplicaciones del idioma en el cual me toco aprender a comunicarme: tratar de tocar a alguien con una palabra... y que dicen que el español es el que más cerca de lograrlo te pone. Pero para acercarse a fuerza de verbos sustantivos, de algún adjetivo bien puesto, hay que tener sobre qué ponerlo. Así que: mi ultimátum: AHORA TE TOCA A VOS: respuesta y rostro o no hay mas trato

:p eGo (no hay mas dulce en la alacena)

Un deseo nocturno en cada sueño; no es poesía, ni palabra de Freud en sentido estricto. Pero es verdad que hay ciertos privilegiados con la capacidad de soñar su deseo, y en el otro mundo, donde las almas nos encontramos a la velocidad de una sinapsis, se desatan bacanales y dionisiacas a la vez, las partusas mas descontroladas; amores sin lecho, rodeados de gente flotando o intentando beber sin remedio de una jarra que vuelca vino, agua, coca-cola, y líquidos diversos que nunca sacian sed alguna. Otros tantos luchando estériles peleas de golpes inocuos, amortiguados por quien sabe que fuerza. Y no olvidar los corredores austeros que ni a una tortuga alcanzarían... porque los deseos nocturnos son siempre caprichosamente insatisfechos... ¿No?

Abrir la puerta...


Esta es mi jaula.

Hoy me di cuenta como construí mi jaula. Desde siempre, la frase "Yo necesito" fue la causa, el comienzo de la construcción de esta, mi jaula de barrotes de oro. Caminaba y veía las cosas que "Yo necesitaba". La necesidad es la ficción que construye barrote a barrote, la pequeña jaula que nos protege de la libertad. Necesitaba un tanque a control remoto; claro, el vecino tenia uno. Y claro, teniendo menos que el vecino, que el de al lado, me sentía inseguro. La libertad de no tener era la trampa. Teniendo rejas en cada ventana, aumenta la sensación de seguridad. La libertad de no tener nada es muy peligrosa para el ser domesticado. Y después del tanque de juguete seria la bicicleta Toyama con cambios, y el primer auto después. Y cuando te das cuenta, como yo me di cuenta hoy, estas rodeado de bienes, de barrotes en las ventanas, en las puertas. No sea cosa que te lo quiten… al tanque, al auto, a las rejas, al grillete dorado que impide que te muevas, que te quita la libertad. La peligrosísima libertad de ir a donde sea, sin temor a dejar cosas atrás. La jaula tramposa. ¿Cómo caí en la trampa? Así, sin preguntar, sin desconfiar, sin protestar… Somos tan tontos… Y ahora preguntando por el principio, ves todas las cosas que te tienen atrapado; veo todas las pertenencias a las que pertenezco; las que me definen. Me asfixian y me aceleran el pulso cada vez que intento salir. ¡Gracias a Dios! Tengo mis pertenencias que me atan a la silla, que me traban las puertas; puedo usar mi vehiculo para trancar el portón; puedo apoyar mis voluminosos equipos electrónicos contra las puertas, para que nadie pueda abrirlas… ni siquiera yo. Las cerraduras no son lo suficientemente seguras. La cama traba la ventana. Hay que poner algo para tapar la boca de la chimenea. Asegurarme de que nunca pueda padecer la perdida de mis valiosos objetos dorados. Total, ni falta hace salir a la calle para procurarme otro barrote, otro eslabón en la cadena de mi grillete brillante. Ya tengo lo que necesitaba para no salir: teléfono, internet, radio, pizza a domicilio, shopping virtual, sexo virtual, mascota virtual, alimento virtual para llenar el vacío de la libertad de hacer algo; lo que sea. Pero, claro. Ahora veo claro. Claro, claro. Oscuramente claro. Todo era un plan claramente diagramado. No me falta el gps, para viajar lejos. Ya me di cuenta. Apile muchas cosas contra las puertas y las ventanas… ya no tengo muchos lugares, espacios libres para poner lo que "Yo necesito". Solo me queda el espacio virtual; y el espacio interno. Dentro mío hay algo vacío que pide, que "necesita" algo más. Estos treintaypico de años metiéndole cosas, no lo llenaron. ¡¿Cómo lo van a llenar?! A esta altura del partido, lo que no me doy cuenta que "Yo necesito" empiezo a sospechar que esta afuera… y creo que no se puede pedir por teléfono, call-tv, internet, ni radio-llamado. Y calculo que "Yo necesitaría" salir a buscarlo. Y comprármelo urgente. ¿Cuánto saldrá? ¿Efectivo o tarjeta? ¿Vendrá en diferentes espesores, colores, talles, sabores? ¿Muy lejos tendré que viajar para conseguir eso? Porque el auto no lo saco ni loco de su lugar contra el portón… calculo que voy a tener que caminar. No me voy a poner las mejores zapatillas… Hay gente que querría quitármelas. Hay mucha envidia afuera. Baja tolerancia a la frustración.

Meditar a cachetadas! o Karate Forever


El karate y su relación con la meditación en términos orientales y occidentales. Todos los que practicamos karate llegamos al día (generalmente el primer día) en el que oímos: "Seisa! Mokuso!", y durante los primeros tiempos, que variaran según la persona (la cultura de la que proviene, su edad, su estructura psíquica, sus conocimientos previos en la difícil tarea de mantener los ojos cerrados y permanecer en silencio, sin mas directiva que esa, etc.), diferente será su experiencia interior frente al comando del Sempai. Claro: lo que luego de un tiempo de práctica sabremos, es que lo que se espera de nosotros durante el Rei-Shigi, es que MEDITEMOS.
Desglosemos las variables mencionadas entonces:
La cultura de la que uno proviene, en este caso nos interesa, en tanto uno haya sido criado según los usos y costumbres orientales u occidentales. Atengámonos a esa díada; a ese versus. Sucede que, para la cultura occidental, MEDITAR, es sinónimo de
*reflexionar
*ponderar
*rumiar
*pensar
En otras palabras, en occidente parece que mientras meditamos, asociamos ideas; una serie de imágenes suceden en el telón de la conciencia. Se frunce el seño, se aprietan los dientes, hacemos un esfuerzo, nos rascamos la coronilla… Vaya uno a saber cuándo MEDITAR se convirtió en semejante aberración!!!

Ahora, otra es la historia si uno tiene los ojos rasgados:
Meditar se parece mucho a lo que en occidente entendemos por PONER LA MENTE EN BLANCO. Y cuánto se nos hará difícil, si lo mas aproximado que conseguimos proviene de las lamentables sugerencias de algún especialista en los temas de la mente con buenas intenciones pero poca idea, cuando con acento neutro nos dice "piense en un papel blanco, o en una pizarra blanca, o en la pantalla del cine, o… en fin" y no se da cuenta que de arranque venia de nalgas: "PIENSE".
A la persona del otro lado del meridiano de Greenwich le dirán: "No piense", "Detenga el transcurso de las ideas", "Concentre su atención en este sonido, en los latidos de su corazón, en su respiración, en la tensión muscular (que en Seisa existe y cómo!)", "sea uno con su entorno"… Claro: lo que este gurú le sugiere, nada tiene que ver con pensar, sino mas bien tiene que ver con descentrar la atención, dejar de atender a la mente racional y abrir la puerta a otra, a esa que, ya luego de un largo período de practica de Karate, conocemos ese día que el Sensei nos contó Zen repeticiones de lo que sea que su capricho y su sabiduría determinó. Ya dejamos de pensar. No queda suficiente energía como para desperdiciarla en cavilaciones que solo atentan contra la voluntad!

La edad de quien está ahí sentado con los ojos cerrados es crucial:
Aquí, en occidente, los niños menores de, digamos, 13 años, no están educados en otra cosa que en lo que la materialidad puede sustentar. Qué???!!!
Pongámoslo así: cómo enseña la maestra de infantes a contar? Pues con manzanas! Que otra idea puede ocurrírsele? Llevamos siglos contando manzanas! Partiendo de ese día, y si no fuera por las clases de música y educación física, poco vuelo se les pide a las mentecitas menores de 13, por sugerir una edad de referencia. Y las clases de música, a veces, bueh!

Y fíjense que en otros horizontes, las artes marciales (con lo de artes, al menos, y bien entendidas, haríamos algo por acá) ya son parte de la currícula desde el principio. La transmisión de los valores (ni entremos en tema refiriéndonos a nuestros pagos, ok?) se hará por allá, encuadrada en arraigadísimas concepciones filosóficas y religiosas ("paso", dijo el ministro de educación de la Argentina).
Entonces, nuestra educación logra recién introducir a los niños al pensamiento formal recién alrededor de los 14. Y sin el mismo, difícil sería explicar como "abandonarse al devenir de las cosas".

Con respecto a la estructura psíquica qué podemos decir?...
Digamos al menos esto: para que una psique se desarrolle lo suficiente como para tener algo de "vuelo intelectual" harán falta una serie de ingredientes entre los que podemos contar: comida, juego, ambiente medianamente sano, y descontado el no haber sufrido alguna enfermedad que afecte al sistema nervioso. Y el orden es mas o menos estricto, ya que, sin comida, no hay Karate; menos que menos Sa-Zen. Aunque se me podrá discutir que los Yoguis realizan largos ayunos para purificar la mente (lo mismo las "Vírgenes" a la vieja usanza). Si, es cierto. Pero si ayunan desde el nacimiento o durante los momentos cruciales del desarrollo psiconeuromuscular… bueno; supongo que se sobre entiende. Juego, porque es a través del juego que el niño aprehende el mundo y canaliza las falencias del siguiente ítem: "ambiente medianamente sano". Por ello nos referimos tanto a la diferencia que hallaremos entre una persona que creció expuesta a intoxicaciones físicas, como a las que hayan sido intoxicadas emocionalmente. Será gracias al juego que se podrán, en el mejor de los casos, canalizar las segundas. Y una vez más me pueden objetar que una situación límite, lleva a la mente a volar prematuramente. Es también cierto. A Dostoievski lo expusieron a presenciar el asesinato de su padre y escribió "Los hermanos Karamazov". Pero otra hubiera sido la historia si hubiera practicado Karate. Ya que los traumas no tramitados a través de la meditación (eso es lo que debería suceder, y en términos estrictos dentro de un consultorio psicológico), dan lugar a los síntomas en la madurez. Y escribir un libro donde sucede el parricidio, viniendo del mencionado autor… bueno; a mí me suena sintomático!

Resumiendo: no cualquier persona logrará MEDITAR rápidamente.

Y para embarrarla del todo, es vox populi que atravesamos la era de la imagen! Los niños de hoy crecen mirando televisión. No hay ratos de silencio, con excepción de los últimos refugios occidentales de la hostigación a los sentidos: Una Iglesia, un cementerio, un funeral, un eventual acto conmemorativo y por demás y de última moda, un consultorio de psicoanalista. Por todo esto, cuando escuchamos "Seisa! Mokuso!", gracias a la bendita suerte, tenemos alguien que al principio nos orientara a pensar en lo que practicamos y/o vamos a practicar; nos sugerirá dejar los problemas fuera del tatami, y en última instancia… ICHI, NI, SAN, SHI… ZEN.