martes, mayo 03, 2011

La perversión no niega la ley; la ley niega la perversión.

La perversión no niega la ley; la ley niega la perversión.

de Juan Pablo París, el jueves, 10 de diciembre de 2009 a las 14:29
La perversión no niega la ley; la ley niega la perversión.

Vivimos en una sociedad que produce más homicidas cada vez. Entonces, si uno ha de preguntarse cómo se construye un psicópata perverso, más vale que empiece a mirar cómo funciona la sociedad. La del malestar en la cultura. Un malestar que se mide por angustia. La cultura es el resultado de la neurosis. La que reprime la perversión y la psicopatía. La que escribe leyes, no obedecidas a rajatabla las cuales, algo terrible puede suceder. Leyes inflexibles que explican cómo han de hacerse las cosas para que lo terrible no suceda. Rituales. Y de esta sociedad obsesiva compulsiva surgen psicópatas perversos, homicidas, viciosos. Hace 2500 años que se cree que el hombre no es "malo", (perverso, psicópata, homicida, vicioso); es la ignorancia la que lo hace malo; y que cuanto más "culto", menos "malo". Es entonces el inculto el que puede ser "malo". Y por fuera de la cultura, entonces, sin malestar, sin angustia… Tanto es así, que algunos de los "tratamientos" de la maldad intentan que el malo pueda angustiarse. Como si la angustia fuera la señal de que hay conciencia moral (lo es). En las aldeas donde se trata con viciosos; en las prisiones donde se busca la reforma de los malos, se ha buscado la provocación del afecto. También suele asociarse el narcisismo y la intolerancia a la frustración a las personalidades "malas".
(under construction)
¿El hombre elije el bien?


Despues de todo, primero es el perverso polimorfo, y luego, lo que vendrá. Dice el psicoanalisis que el mecanismo de formación de la perversión es la renegación (la negación de la castración; la negacion de la omnipotencia; ¿la negación del narcisismo?). Y una vez más, cómo en el asunto de la transferencia narcisistica ( http://www.facebook.com/note.php?note_id=38206432567 ) me huele a enrrosque innecesario.
Para mi, lo que si es clarísimo es la capacidad del perverso de pasar desapercibido (por un tiempo); su tendencia a mantener oculto su costado complicado (oculto para todos los neuróticos (y psicóticos)); y su capacidad de encontrar otros de su "calaña". Su tendencia a mentir y desgraciadamente, lo más cercano a un síntoma que suele mostrar, a mentirse... "Voy a dejar", suele ser una mentira, pero a veces se lo propone "por un lado".
Pervertir es alterar el orden; es atentar contra lo "normal". Lo normado. Lo normalizado. Parece subyacer la idea de una igualdad entre normal y normativizado.
El perverso sabe bien lo que quiere. Quiere obtener placer. Y resulta que hay mucho placer para el perverso, señalado por cada norma. Él, quiere doblar a la izquierda en rojo, ya que ahorra 4 cuadras. De ahí en adelante, hay coincidencia entre cada prohibición y cada bastión para el placer perverso.
Recuerdo un mensaje del padre de un ex compañero de clase, allá por el 89: "Hijo, si no te ven, vos robá".
Uno pensaría que la diferencia lacaniana entre la perversión y la neurosis es que en la primera, el A no es omnipresente, sino que es bastante pelotudo. Y si. En realidad, el A, yo diría, es más facil pensarlo como presente en tanto un neurotico esté mirando (o grabando). Imaginen el paciente en el consultorio del analista perverso. ¡¿Qué lámpara triódica ni qué ocho cuartos?! Ni hablar si el pseudopaciente es perverso también. A la miércole con el gran otro!
(to be continued)

¿Existe la incorporación de la ley? La única ley que no causa neurosis es la propia. Entonces la única alternativa saludable de incorporación de la ley es por una forma de identificación con el A. Pero si tenemos presente que A no es más que a, a, a, a, etc... Es decir la suma metonimica y a fuerza bruta de todo a, A es un lindo juguete para pensar, pero uno (yo) me tiento a pensar que existe todo un escalafón entre a y A; como decir, el sujeto atravezado por UNA cultura u OTRA. Toda OTRA cultura, puede ser PERVERSA para UNA cultura.

(plin!)

(I'll be back...)

En realidad es absolutamente relativo.
Que a una mujer que engañó al marido, la maten a piedrazos: ¿Está bien o mal?
Que el tío devirge a la sobrinita está bien o mal?
Que resultado de un juego de equipo, a los ganadores los decapiten ¿Está bien?
Que vos te comas un sanwitch mientras a pocas cuadras alguien no come hace unos días ¿Está bien? ... Ver más...
Que alguien entre a tu casa y se lleve cosas que poseías ¿Está bien?
Y que te pegue un tiro porque te odia ¿Está bien?
¿Y que tu familia lo linche en el fondo de tu casa y lo corte en pequeños trocitos y se lo dé a comer al perro?
¿Y que la familia del muerto les haga un juicio y vayan todos presos?

Y con respecto a los ejemplos, voila...

En algunos lugares, tomar la virginidad de las mujeres es RESPONSABILIDAD del tío.
En otros, la muerte por apedreamiento es el castigo natural por el adulterio (de la mujer).
etc...
Tomar una ley existente como propia no es garantía de hacer el bien. Ya que el bien y el mal son solo el resultado de las máximas Kantianas de la mayoría. Se incorporan por "contagio" (identificación)*1. Y hemos diseñado una sociedad que las fija, que las escribe, las promulga. Pero también las deroga o las reforma. Las enmienda...
Lo bueno es transitoriamente bueno. No hay nada intrinseco al acto que sea o bueno o malo. Son ficciones (¿?).

[*1 Esto explica lo que sucede en lugares muy apartados de un vigilante de la ley y el orden. Surgen leyes propias. Órdenes "perversos". Incestos. Linchamientos. Destierros.]

Los hechos sí, pueden ser adaptados o no, a la circunstancia. Un león se come los cachorros de la leona cuando se gana su lugar en la manada. Es un hecho adaptado a su programación genética, que lo usa (la programación lo usa a él... eso quiero decir) para mejorar la especie.
Un grupo de rugbyers se come a quienes no sobrevivieron a un terrible accidente de avión en un desierto nevado.
Algunos elijen no hacerlo y mueren.
Un hombre armado con una ametralladora abre fuego contra un completo desconocido, porque fué la orden que le dieron. Del otro lado del mismo conflicto una persona armada elije dejar su arma y correr alejandose del terreno de batalla y le dispara alguien que sí lo conoce, por la espalda.
Las leyes se escriben. Y es lamentable. Porque una ley escrita inicia la polémica sobre el bien y el mal.
Sin ley solo hay conductas y sus consecuencias.

El hombre elije el beneficio propio. Hasta la de calcuta obtuvo algo. El martir seguramente también.

(ahora sigo)

Hoy sólo quiero dejar una idea simple. La perversidad pasa por obviar, omitir, transgredir un límite. Más no creo que la acción de pasar por alto el límite sea lo escencial delacto perverso. Sino, más bien, que una cosa es el acto y otra el límite.

(nada más)

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